El apadrinamiento contribuye a que la sociedad sea más solidaria, cercana, amistosa, al ponerlo en práctica las personas comparten, dan y reciben, generando oportunidades culturales que rompen los viejos moldes de la marginalidad.
Los padrinos y las madrinas suman su apoyo al de un equipo institucional, los voluntarios y voluntarias de la comunidad, los educadores(as) y por supuesto, los niños y niñas que son los protagonistas y beneficiarios directos.